El histórico capo del Cártel de Sinaloa reconoció su responsabilidad, admitió el daño causado y pidió disculpas ante la justicia norteamericana.
Agencias.- El silencio en la corte de Brooklyn se rompió cuando Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los criminales más buscados durante décadas, pronunció con voz firme: “Pido perdón por todas mis acciones”. La declaración de culpabilidad marcó un capítulo inesperado en la historia del narcotráfico mexicano.
El capo de 77 años reconoció que su organización generó un sufrimiento inconmensurable: “Reconozco el gran daño que han provocado las drogas a los pueblos de Estados Unidos, de México y de otros lugares”. Sus palabras, traducidas al inglés, fueron recibidas con un silencio que reflejaba la magnitud de su confesión.
En un momento de aparente introspección, Zambada agregó: “Asumo la responsabilidad por mi papel en todo esto y pido perdón a todos los que han sufrido o se han visto afectados por mis acciones”. Con esta frase, el líder criminal buscó mostrar arrepentimiento frente a víctimas y comunidades.
Durante la audiencia, el veterano narcotraficante también habló del camino que lo llevó al poder: “Durante casi 50 años creé y dirigí un gran grupo criminal llamado el Cártel de Sinaloa”. La frialdad con que describió su trayectoria contrastaba con la súplica de perdón que lo acompañó al final.
Zambada aceptó que sobornó a policías, militares y funcionarios para operar con impunidad. Sin embargo, al concluir, envió un mensaje de reconciliación: “Nada se gana con derramamiento de sangre; solo se profundiza el sufrimiento. Llamo a mi gente a mantener la calma, a buscar la paz y la estabilidad”.












