La presión de los señalamientos habría marcado sus últimos días en la Marina
El capitán de navío Abraham Jeremías Pérez Ramírez fue encontrado sin vida en Tamaulipas, en un hecho que estremeció al sector naval. Su nombre figuraba dentro de la lista de oficiales investigados por presuntos nexos con la red de huachicol fiscal que operaba en el puerto de Altamira.
Compañeros de armas revelaron que Abraham Jeremías vivía días de enorme tensión y soledad, cargando con el peso de acusaciones que apenas se investigaban. Su muerte fue recibida con tristeza y desconcierto, pues para muchos representaba un marino comprometido, aunque atrapado en el laberinto de una de las mayores tramas de corrupción.
El hallazgo de su cuerpo en una camioneta oficial encendió las alarmas dentro de la Marina. Las versiones apuntan a que utilizó un arma de fuego para poner fin a su vida, apenas unas horas después de nuevas diligencias relacionadas con el contrabando de combustibles en la región.
Su partida deja un profundo vacío en su familia y abre un capítulo doloroso para las Fuerzas Armadas. La muerte de Abraham Jeremías no solo refleja la tragedia personal de un marino, también evidencia la presión y la incertidumbre que rodean el escándalo del huachicol fiscal que aún sigue destapándose.
