La agresión a un árbitro en la Segunda Fuerza de Monclova desató acusaciones de nepotismo y favoritismo; jugadores y aficionados denuncian que Rey Carmona protegió a su hijo, jugador del Atlético Miravalle, mientras castiga de forma injusta a otros equipos.
La final de la Segunda Fuerza de la Liga Municipal de Fútbol, que debía cerrar con orgullo el torneo amateur, terminó marcada por la violencia. La agresión a un árbitro detonó la indignación de la comunidad futbolera, que ahora señala a la directiva de proteger a los suyos en lugar de aplicar justicia.


El Atlético Otilio Montaño, uno de los castigados, asegura haber sido víctima de una sanción arbitraria. Sus integrantes afirman que el verdadero responsable fue el Atlético Miravalle. Las miradas apuntan al presidente Rey Carmona, acusado de usar su influencia para salvar a su hijo, Alex Carmona, implicado en el conflicto.
David García, el árbitro atacado, negó cualquier participación del Otilio Montaño en la agresión. En sus declaraciones, apuntó directamente a los jugadores del Miravalle como autores del ataque. Este testimonio contradice la versión oficial de la liga y alimenta el enojo de quienes claman por un castigo ejemplar a los responsables.
Entre los seguidores del fútbol local, la frustración es evidente. Consideran que la exclusión de ambos equipos es un intento desesperado por aparentar imparcialidad. “No se puede jugar con el deporte de esta manera. Carmona debe responder por proteger intereses personales”, comentó un aficionado molesto tras conocerse la sanción.
Jugadores, entrenadores y familias empiezan a cuestionar la integridad de la liga. Exigen una investigación independiente y medidas que garanticen transparencia. Para muchos, este incidente demuestra la fragilidad de las ligas amateurs, donde decisiones a puerta cerrada terminan afectando la pasión y el esfuerzo de toda una comunidad.
El escándalo también abre una reflexión sobre el manejo de conflictos en el deporte local. Reclaman reglas claras, órganos neutrales y responsables que prioricen el juego limpio. De no tomarse acciones concretas, advierten, la confianza en el torneo podría quebrarse y alejar a jugadores comprometidos con el fútbol amateur.
Ahora, con la indignación creciendo, algunos equipos evalúan retirarse de la competencia como protesta. Otros estudian presentar recursos formales para revertir las sanciones. El ambiente en el fútbol de Monclova permanece tenso, mientras el nombre de Rey Carmona y la liga que dirige se hunden en la polémica.