La familia de la joven detenida por un presunto robo asegura que no cesará su lucha hasta verla libre; denuncian irregularidades judiciales y piden justicia verdadera.
La manifestación pacífica en apoyo a Hilda Natalia, acusada de un presunto robo millonario, no solo movió corazones, también movió autoridades. La presión social y mediática derivó en la sorpresiva presencia del subprocurador de investigación ministerial, Javier Rangel, quien acudió para escuchar a la familia y revisar el caso.
Familiares, amigos y ciudadanos indignados se reunieron para exigir justicia. Aseguran que Hilda fue enviada a prisión sin pruebas sólidas. El caso, lleno de dudas, señala el supuesto robo de 1.5 millones de pesos de una maleta ubicada en una habitación del hotel Holiday Inn en Monclova.
Hilda trabajaba como camarista y fue detenida junto a otra compañera. Mientras esta última continúa su proceso en libertad gracias a un amparo, Hilda permanece en el penal de Piedras Negras. La familia denuncia un trato desigual y un proceso judicial lleno de irregularidades y decisiones apresuradas.
Miguel Martínez, esposo de Hilda, afirmó que no descansarán hasta que se reconozca su inocencia. “Es una mujer trabajadora, madre de familia, sin antecedentes ni motivos para cometer ese delito. Todo lo que pedimos es justicia y que se respeten sus derechos”, dijo, con voz firme, frente a las cámaras.
El subprocurador Javier Rangel escuchó los señalamientos y recibió documentos. Prometió revisar a fondo el expediente. La familia mantiene la esperanza de que este gesto no sea solo una forma de calmar las aguas, sino un paso real hacia la verdad y la libertad de Hilda.
Por lo pronto, la lucha sigue. Con carteles, marchas y oraciones, sus seres queridos aseguran que no se detendrán. “No tenemos poder ni influencias, pero tenemos la razón y el amor por ella”, expresó la madre de Hilda. Su mensaje fue claro: no se irán hasta verla libre.
