Es el primer estado en el país que prohíbe el uso de “todes” y “elles” en la enseñanza escolar, argumentando un “triunfo del sentido común” sobre la “ideología”.
Chihuahua, México. — El Congreso del estado de Chihuahua ha encendido el debate nacional al convertirse en la primera entidad en prohibir formalmente el uso del lenguaje inclusivo en los planteles de educación básica. La medida, impulsada por el diputado panista Carlos Olson, modifica la Ley Estatal de Educación y ha generado una oleada de reacciones que reflejan la polarización social en torno al tema.
La reforma, aprobada con 17 votos a favor (PAN, PRI y PVEM) y 14 en contra (Morena), establece la adición de una fracción al artículo octavo de la ley, que obligará a las autoridades escolares a “fomentar el uso correcto de las reglas gramaticales y ortográficas del idioma español”, aunque sin detallar cuáles serían estas “reglas correctas” más allá de la exclusión del lenguaje inclusivo.
¿”Sentido Común” o Negación de Identidades?
El diputado Carlos Olson (PAN), principal promotor de la iniciativa, celebró la decisión en redes sociales, calificándola como un logro para el “sentido común”. “¡LO LOGRAMOS! Chihuahua es el primer estado del país en prohibir el lenguaje inclusivo en escuelas. No más lenguaje ideologizado en los salones ni confusiones woke: sólo la verdad biológica de que únicamente existen niños y niñas, no ‘niñes’. ¡Sentido común sobre ideología!”, escribió en su cuenta de X.
Olson defendió la medida argumentando que su único objetivo es reforzar el dominio correcto del idioma en los alumnos, citando decisiones similares tomadas en países como Francia, Argentina y El Salvador. “Esto no es una ideología, es educación con base científica, y no es una imposición, es información con sentido”, enfatizó el legislador, a pesar de que sus propias declaraciones parecen negar la existencia de identidades de género no binarias, un punto central de la crítica opositora.
El Alcance de la Prohibición
Es importante aclarar que la medida solo aplica a la enseñanza dentro de las instituciones educativas. El diputado Olson ha sido enfático en señalar que esta disposición “no limita la libertad de expresión” de los individuos. Es decir, los alumnos y las personas fuera de las aulas pueden expresarse como deseen, pero las escuelas y los docentes deberán ceñirse a la norma académica tradicional del español en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Legisladores de Morena, por su parte, argumentaron que la reforma es un viraje ultraconservador que busca “invisibilizar la lucha de las mujeres, de las infancias, de los pueblos originarios y del colectivo LGBTTTIQ+”. La diputada Jael Argüelles (Morena) aseguró que la propuesta “oculta una postura política” y no es consistente con los retos de una sociedad abierta y democrática.
Con esta decisión, Chihuahua se posiciona a la vanguardia de una ola conservadora en el ámbito educativo en México, abriendo un debate crucial: ¿el sistema educativo debe adherirse a la normativa lingüística tradicional o debe evolucionar para reflejar la diversidad de identidades en la sociedad?