Republicanos y demócratas no lograron aprobar el presupuesto a tiempo; miles de empleados federales suspenden labores y servicios se verán afectados.
Washington enfrenta un cierre del gobierno tras el fracaso del Congreso para aprobar el presupuesto. La falta de acuerdo entre republicanos y demócratas obligará a recortar personal, suspender pagos y congelar servicios no esenciales. La medida afecta desde oficinas hasta agencias que prestan atención al público.

El Senado propuso un proyecto de gasto temporal, pero los demócratas buscaron ampliar beneficios de salud, lo que los republicanos rechazaron. La Cámara de Representantes no se reunirá hasta después de que expire la financiación, lo que mantiene la incertidumbre sobre cuándo se reanudarán las operaciones normales.
Entre las agencias afectadas están el Departamento de Trabajo, que no publicará su informe de empleo, y la FDA, junto con otras reguladoras y agencias educativas. Parques, museos y algunos servicios públicos podrían cerrar o funcionar de manera limitada, mientras que las fuerzas de seguridad seguirán laborando, aunque sin recibir salario hasta nuevo acuerdo.