Emboscada mortal exhibe la vulnerabilidad de altos funcionarios federales en zonas de conflicto
Reynosa. Una emboscada cobró la vida del delegado de la Fiscalía General de la República en Tamaulipas, Ernesto Cuitláhuac Vázquez Reyna. Fue atacado con una granada y posteriormente acribillado en plena vía pública de Reynosa. El crimen provocó una fuerte movilización de seguridad en toda la ciudad fronteriza.
El funcionario federal circulaba por el Bulevar Hidalgo cuando su camioneta fue alcanzada por una explosión. Tras salir del vehículo, intentó resguardarse, pero fue rematado por hombres armados que descendieron de otro vehículo. Toda la escena quedó grabada por testigos que no podían creer lo que presenciaban.
Ernesto Vázquez Reyna llevaba años al frente de investigaciones delicadas en la región. Era considerado un funcionario de bajo perfil, sin escoltas y sin vehículo blindado, a pesar del alto riesgo que implicaba su cargo en una de las zonas más violentas del país.
Tras su asesinato, elementos de seguridad realizaron bloqueos, revisiones y aseguraron una camioneta relacionada con los agresores. Las autoridades estatales y federales emitieron condenas y promesas de justicia, mientras la población se enfrenta al miedo creciente por el poder de los grupos criminales.
El ataque no sólo arrebató la vida de un representante del Estado, también dejó al descubierto el nivel de impunidad que impera en zonas bajo control del crimen organizado. La ejecución de un delegado de la FGR demuestra que ni los más altos mandos están a salvo en Tamaulipas.
foto: Centro Noticias
