Agencias. El gobierno mexicano condena la muerte del michoacano y ofrece acompañamiento legal y emocional a su familia mientras pide una investigación exhaustiva en Estados Unidos.
El asesinato de Silverio Villegas, un cocinero originario de Michoacán, estremeció a las autoridades mexicanas y a la comunidad migrante. Fue abatido en Franklin Park, Illinois, durante un operativo del ICE. México respondió con indignación, reclamando transparencia y justicia, y acompañando a una familia que ahora enfrenta duelo y desconsuelo.
La Secretaría de Relaciones Exteriores expresó su condena y pidió una investigación rigurosa para esclarecer lo sucedido. El Consulado de México en Chicago confirmó la nacionalidad de Villegas y estableció contacto inmediato con sus familiares, ofreciendo apoyo consular y asesoría legal, mientras exige a las autoridades estadounidenses información clara sobre el incidente.
Para la comunidad migrante, la muerte de Silverio representa una herida abierta en las relaciones entre México y Estados Unidos. Las autoridades mexicanas insisten en que se revisen los protocolos de uso de fuerza en operativos migratorios. En Michoacán, sus seres queridos lo recuerdan como un trabajador honesto que buscaba mejores oportunidades.
México ha reiterado su compromiso de acompañar a la familia de Villegas en todo el proceso, ofreciendo respaldo legal y emocional. La exigencia de justicia se ha convertido en un símbolo de defensa de los derechos de los connacionales en el extranjero, frente a un sistema migratorio señalado por excesos y violencia.












