La exclusividad en la compra aumenta el malestar y la división escolar
Castaños, Coahuila.— El Cecytec Castaños enfrenta una ola de inconformidad tras imponer un cambio obligatorio de uniforme escolar. La medida, acompañada de advertencias de que los alumnos que no lo porten no podrán ingresar a clases, ha generado tensión y preocupación entre padres y estudiantes.
El nuevo uniforme exige que las alumnas vistan falda gris y blusa verde, mientras los varones usarán pantalón gris y camisa verde. Este cambio sustituye el tradicional atuendo con falda a cuadros rojos y blancos y playera blanca con detalles rojos, alterando por completo la identidad visual del plantel.
Las quejas se intensificaron cuando los padres hicieron cuentas. Tan solo el corbatín de las alumnas cuesta 225 pesos. Al sumar uniforme de gala, deportivo e invierno, el gasto por estudiante supera los 3 mil 500 pesos, una cantidad que muchas familias consideran excesiva y difícil de cubrir.
Además, la compra solo puede realizarse en un comercio autorizado por la institución, donde entregan un folio necesario para validar las prendas. Esta exclusividad impide que los padres busquen opciones más económicas, lo que ha generado suspicacias y un sentimiento de imposición que afecta la relación entre escuela y familias.
Aunque los alumnos continúan asistiendo a clases, crece el descontento entre padres que han permanecido en silencio para evitar represalias. Algunos ya se resignaron a cumplir la norma, pero otros se resisten y buscan alternativas, reflejando una división que amenaza con profundizarse en la comunidad educativa.
Este conflicto evidencia cómo decisiones administrativas pueden convertirse en una carga económica y emocional para las familias. El caso del Cecytec Castaños pone sobre la mesa la necesidad de replantear políticas escolares que equilibren la imagen institucional con la economía familiar, sin restringir la libertad de elección de los padres.












