La presidenta rompe con la política de López Obrador y apuesta por yacimientos no convencionales para impulsar la producción de gas y petróleo
La presidenta Claudia Sheinbaum anunció la reactivación del fracking como parte de un plan estratégico para rescatar a Pemex. El objetivo es aprovechar yacimientos no convencionales en diversas cuencas del país, con miras a elevar la producción de gas natural y petróleo en los próximos años.
Esta medida representa un giro importante respecto a la política energética anterior, que buscaba prohibir el fracking. Sheinbaum busca con esta estrategia reducir la fuerte dependencia de gas importado, garantizar la independencia energética y fortalecer las finanzas de la empresa estatal ante la caída productiva de los últimos años.
El plan contempla explotar cuencas como Tampico–Misantla, Sabinas–Burro Picachos y Burgos, donde se estima una reserva significativa de hidrocarburos. Las proyecciones apuntan a alcanzar hasta cinco mil millones de pies cúbicos diarios de gas natural para 2028, generando empleos y reactivando economías regionales.
El anuncio ha despertado reacciones encontradas. Mientras sectores empresariales y productivos ven en esta decisión una oportunidad para el desarrollo, organizaciones ambientalistas advierten sobre los riesgos del fracking. Piden a la presidenta cumplir su promesa de campaña de prohibir esta técnica y buscar alternativas energéticas menos dañinas para el medio ambiente.












